Si estás leyendo este artículo, probablemente no eres de los que se toman la redacción a la ligera. Tienes un texto que escribir, pero las preguntas llaman a tu puerta: ¿Cómo empiezo? ¿Cómo me dirijo al lector? ¿Cómo puedo redactar un contenido que resulte atractivo e interesante? ¡No desesperes! Llevar tu escritura al siguiente nivel será muy sencillo si sigues estas claves, cortesía de Dame un Consejo, que darán respuesta a cómo hacer una buena redacción. ¿Estás preparado para convertirte en un redactor todoterreno?
Podemos identificar toda clase de problemas a la hora de elaborar un texto, pero, por lo general, uno de los más comunes es la aparición de un estado inseguridad alarmante – un bloqueo creativo, podríamos llamarle – frente a la hoja en blanco. Nada por aquí, nada por allá. ¿Cómo podemos colaborar con aquellas ideas que flotan sin rumbo en nuestra cabeza?
En este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber acerca de cómo hacer una buena redacción paso a paso y sin dolores de cabeza. En resumen, aprenderás a dejar a un lado tus riñas con la escritura sirviéndote de las herramientas imprescindibles que te presentaremos a continuación.
¡Comencemos!
Contents
- 1 Cómo hacer una buena redacción y optimizar tus textos
- 1.1 1. Encuadra el tema
- 1.2 2. Identifica a tus lectores potenciales
- 1.3 3. Analiza textos de otros autores sobre la misma temática
- 1.4 4. Decide qué tipo de texto producirás
- 1.5 5. Organiza tus ideas antes de comenzar
- 1.6 6. Escribe una primera versión de manera fluida
- 1.7 7. Escribe frases cortas y precisas
- 1.8 8. No escribas como hablas
- 1.9 9. Evita el exceso de adjetivos
- 1.10 10. No abuses de las palabras rebuscadas
- 1.11 11. Deja que tu texto descanse
- 1.12 12. Revisión y correcciones finales
Cómo hacer una buena redacción y optimizar tus textos
1. Encuadra el tema
No puedes empezar a escribir si no sabes sobre qué. Has tenido una idea brillante y quieres redactarla, pero puede que aún tengas una noción amplia y difusa de la temática que abordarás: de ahí la importancia del encuadre. Define el tema a desarrollar con exactitud y elije una palabra clave – ésta suele ser una frase – que refleje el contenido del texto de manera clara. Por ejemplo: «cómo ganar dinero por internet» o «libros del romanticismo literario». Esta será tu brújula a lo largo del recorrido.
Sobre la keyword o palabra clave a utilizar
- La palabra clave debe resumir perfectamente el tema a abordar.
- Inclúyela en el título para que el lector comprenda inmediatamente de qué se trata el texto y evalúe si puede (o no) serle de utilidad.
- Tu introducción debe contener la palabra clave, ya que resulta muy importante que el tema quede claro durante las primeras instancias de lectura.
- Asegúrate de regresar de manera constante a tu palabra clave y corrobora no haber pedido tu norte con el correr de los párrafos.
- Incluye tu palabra clave en la conclusión para cerrar el texto de manera pertinente.
2. Identifica a tus lectores potenciales
Así como cambiamos nuestra manera de comunicarnos en función de las situaciones específicas que atravesamos (no hablaremos de la misma manera en una reunión con amigos y en una entrevista de trabajo) también nos daremos a la tarea crear el perfil del lector-objetivo antes de iniciar la redacción. Para ello, puedes hacerte preguntas como las que siguen:
- ¿Tu lector prefiere que te dirijas a él formal o informalmente?
- ¿Cuántos años tiene? (delimita la franja etaria)
- ¿Cómo puede mi texto ayudarlo a resolver sus problemas e inquietudes?
- ¿Qué información debo aportar para superar sus expectativas?
3. Analiza textos de otros autores sobre la misma temática
Si te preguntas cómo hacer una buena redacción sobre algún tema en específico, recuerda que allá afuera existen personas que han estado en tu misma situación. Para dar con ellos, bastará con googlear tu tópico de interés (la palabra clave que has seleccionado) y encender tu «modo observador».
Presta mucha atención a la manera en que los sitios mejor posicionados en tu buscador – aquellos que gocen de los primeros puestos del listado – se relacionan con su público y exponen la información. De más está decir que jamás debes plagiar textos, pero puedes servirte de estas webs para obtener una interesante fuente de inspiración.
4. Decide qué tipo de texto producirás
Existen diferentes tipos de textos y cada uno posee sus características diferenciales. Para tu redacción, querrás encontrar el estilo que mejor se adecúe al mensaje que quieres transmitir y al tema que tratarás. Algunos tipos de texto son:
Texto descriptivo
Estos textos se desarrollan en forma de lista y enumeran las características del objeto de estudio. Su función es describir un producto o servicio de manera sencilla y directa, resultando de gran utilidad para el usuario en busca de respuestas.
Texto expositivo
Estos textos incluyen ideas, teorías y tesis. Debemos tener en cuenta que, cuando redactamos de este modo, no juzgamos ni analizamos la temática. Se trata, sencillamente, de mostrar el tema a alguien más.
Texto científico
En este caso, los textos introducen el tema con una mirada objetiva y proporcionan datos comprobables científicamente. Aquí pueden incluirse encuestas, estadísticas e informes que ilustren el contenido. Los textos científicos tienen el beneficio de construir autoridad, siempre y cuando generen la confianza del lector.
Texto argumentativo
Si lo que necesitas es persuadir, este es el estilo perfecto para ti, ya que, cuando argumentamos, nos orientamos a demostrar algo y no nos limitamos a la hora de dar explicaciones y referencias.
Texto instructivo
Tal como su nombre lo indica, estas redacciones se enfocan en instruir al lector sobre cómo hacer algo. Un muy buen ejemplo son los populares «tutorial paso a paso». Aquí, el texto debe adoptar un formato ordenado y de fácil comprensión.
Texto digital
Los textos digitales pueden tomar elementos de los tipos anteriores, aunque su estilo cambie radicalmente. Bien sabemos que los usuarios buscan información concreta y que difícilmente lean un artículo en su totalidad. A fines prácticos, los párrafos cortos con frases breves y llamativas resultan esenciales para sostener la atención y permitir una buena experiencia web. Como ejemplos, encontramos las Newsletters, los emails, los blog posts y los E-books.
5. Organiza tus ideas antes de comenzar
Seguimos investigando cómo hacer una buena redacción y llegamos a un punto fundamental: ¡ORGANIZA TUS IDEAS! (y no las dejes flotando a la deriva). Lo cierto, es que puedes tener las mejores ideas del mundo, pero, si no sabes llevarlas al papel de forma ordenada y coherente, tu receptor no terminará de comprenderlas.
Toma un cuaderno u ordenador y dedícate pensar en la estructura que deseas para tu texto. ¿Iras de lo general a lo particular o de lo particular a lo general? ¿Necesitan tus ideas ser expuestas en un orden cronológico? ¿Seguirás la clásica estructura de novela: Planteamiento (entrada) – Clímax (nudo) – Cierre? Haz un boceto y evalúa tus opciones hasta dar con la más apropiada para ti.
6. Escribe una primera versión de manera fluida
Ya conoces a tus lectores, has investigado arduamente la temática, sabes qué tipo de texto escribirás y tus ideas están ordenadas. Ahora, llega el momento de redactar una primera versión de tu texto de manera fluida. No te detengas a pensar demasiado y escribe dejándote llevar por la creatividad. En definitiva, redactar también es un arte.
7. Escribe frases cortas y precisas
La era digital nos plantea desafíos a la hora de escribir. Y es que cada vez más personas eligen piezas informativas de párrafos cortos y frases concisas. Esto ha afectado también a las producciones en papel, puesto que la mayoría de los escritores actuales eligen un lenguaje simple y cotidiano para sus narraciones.
8. No escribas como hablas
Un punto importante en nuestro artículo sobre cómo hacer una buena redacción es no escribir como hablas. Si bien parece obvio, muchas veces nos dejamos llevar por nuestros propios modismos y muletillas, incurriendo en palabras y expresiones que acaban alterando la calidad del texto. ¡Procura dar a tu lector un contenido que resulte llevadero!
9. Evita el exceso de adjetivos
Usar demasiados adjetivos no hará que tu texto parezca más inteligente; por el contrario, éstos solo dificultarán la lectura. Una buena redacción posee las palabras justas y necesarias, no dando lugar a las expresiones «de relleno». Si crees que tu adjetivo es verdaderamente importante para exponer la idea con fidelidad, ¡adelante! Pero, si sólo se trata de un toque de color, es preferible evitarlo.
10. No abuses de las palabras rebuscadas
La buena redacción va de la mano con el uso de palabras compartidas con el lector. A menos que te encuentres escribiendo un texto académico o científico, intenta evitar un vocabulario extremadamente complejo. Lo ideal, es que tus palabras establezcan una cercanía con tu público, y no lo conseguirás con el uso excesivo de términos rebuscados.
11. Deja que tu texto descanse
Todos necesitamos descansar, y tus textos no son la excepción. Luego de redactar una primera versión fluida o «de tirón», deja que tu escrito repose por unas horas antes de hacer las correcciones finales de estilo, gramática y puntuación. Esto permitirá que tu mente se distienda y que estés mucho más atento al momento de la revisión final.
12. Revisión y correcciones finales
El último en nuestro listado de respuestas a cómo hacer una buena redacción se relaciona estrechamente con la inclusión de la lógica en el proceso de escritura. Llegamos a la instancia final y es momento de revisar tu texto con ojos atentos que distingan las posibles mejoras. Añade y quita lo que consideres necesario y dale a tu redacción los toques definitorios.
¡Aquí termina nuestro artículo sobre cómo hacer una buena redacción! Esperamos que el mismo haya sido de gran ayuda y que puedas llevar estos hacks a la práctica para obtener unos resultados fabulosos. Cuéntanos, ¿conoces otros consejos para hacer una buena redacción? ¿te encuentras elaborando un texto actualmente? ¿cuál de estos tips te gustaría aplicar en tus futuras redacciones? ¡Te esperamos en la sección de comentarios!